A algunos nos gustan las máquinas con aspecto de máquinas. C3PO, en estado puro. Mi robot es una máquina y me siento más a gusto con su aspecto metálico brillante.
A otros sin embargo, un cacharro así les intimida y prefieren que tenga cara de muñeco/a, de plástico blandito, para entendernos. Pero luego empiezan a echar de menos que cuando hable tenga expresiones: alegria, tristeza, contrariedad, susto, sorpresa... Los adoradores del "Hombre del bicentenario" por excelencia.
Así que hay todo un grupo de expertos, intentando que el robot tenga expresiones en la cara, y que pueda pasar de una a otra, oyendo una palabra determinada: arquear las cejas, contraer el entrecejo, subir o bajar las comisuras de los labios, cambios en el tamaño de los ojos...
Decidid, con estos ejemplos visuales, qué os parecen los avances (no os perdais el cuarto vídeo):
Mi inglés no da como para seguir una conversación, pero en el cuarto vídeo me ha sorprendido la soltura y expontaneidad del robot manteniendo el diálogo. No sé si además la complejidad e inteligencia de sus comentarios resultan también asombrosas, pero algo me dice que sí: si han cuidado tanto las microexpresiones de su cara, su mirada, y demás lenguaje corporal, sería decepcionante que su robot dijera cosas con poco ingenio, pues al fin y al cabo se trata de conseguir inteligencia artificial ¿no?
ResponderEliminarEn efecto las contestaciones son ingeniosas.
ResponderEliminarInteligencia artificial... si, bueno, ese el tema que va unido a la robótica, pero no el único... ;)
Hay muchos capítulos y muchas cosas que contar sobre el tema.