lunes, 30 de noviembre de 2009

Cuando el metro huele a reflex.

Cuando el metro huele a reflex.

Una mañana de competición siempre amanece más brillante, incluso si el cielo está encapotado. Quizá sea yo. Sí, es posible, porque lo miro todo con otros ojos. Inquieta, me despierto antes de que suene el despertador y lo miro con insistencia por si se ha quedado parado y no me he despertado a tiempo. Ese es mi gran temor, porque soy una gran dormilona. Pero no. Ha habido suerte y dispongo de un tiempo extra para remolonear en la cama pensando en el recorrido y en lo que voy a disfrutar. Cuando al fin suena, me pilla en ese estado entre la vigilia y el sueño donde todo es posible, y me molesta su zumbido.

- ¡zzz! ¡no, un poquito más!- le digo en pensamiento desde mi letargo --¡zzz!¡carrera!

Y me levanto al punto, feliz relajada, y ¡dormida!, menos mal que dejo todo preparado la noche anterior (ya me conozco) y sólo tengo que ir recorriendo los puntos 1,2,3,4,5, puerta de la calle. Como por arte de magia, cuando veo la ropa de running, preparada, esperándome, lanzándome un guiño pícaro desde esa paciencia desmayada que sólo la ropa sabe tener, una sonrisa se dibuja en mi cara y me despejo totalmente. Un último vistazo al espejo antes de salir y listo. Camino al metro, siento esa especie de vértigo, como cuando vas a encontrarte con alguien que quieres y, me sonrío, otra vez sentiré el agotamiento total, el cambiante olor del viento al darme en la cara, el soniquete de mis zapas chocando con el asfalto, y la compañía de miles de personas que sienten a la par, igual y distinto a mi.

En un metro repleto a tan temprana hora dominical, todo el mundo mira mi atuendo, unos con extrañeza, otros me hacen un guiño cómplice, mientras yo sigo en mi burbuja de colorines. Al hacer el último transbordo, coincidimos montones de corredores vestidos de igual manera, nos miramos con una especie de incredulidad y complicidad: por un lado se pierde ese magia de creernos únicos, diferentes, especiales, pero a la vez contentos de sentirnos como si fuéramos componentes de una extraña secta, que sólo entre iguales podemos entender. El aire de los vagones huele a réflex, y ese olor que nos une y nos embriaga, nos va indicando la senda a seguir, del mismo modo ancestral que los animales saben seguir el rastro de sus congéneres. Vamos por los pasillos apresuradamente, más por esa adrenalina que ya nos corre por las venas y que está pugnando por lanzarse a tope, que porque lleguemos tarde.

Hay tiempo de sobra para calentar, para colocarnos en posición, hasta oir el pistoletazo de salida y lanzarnos por esas calles que están esperando ser horadadas por cientos de zapas que, de repente, sienten que el tiempo es una medida elástica y quieren reducirlo al mínimo.

El olor a réflex, parece incrementarse a medida que todos nos apiñamos bajo el arco de salida, y se confunde con otros no tan agradables. De pronto todo cambia. Hemos comenzado a correr.

sábado, 28 de noviembre de 2009

robotica - andares

Pensemos por ejemplo en cómo andamos.

Ya lo hemos convertido en una actividad automática y no le prestamos atención.

Miremos por ejemplo los andares de un bebé que comienza a caminar. Gasta un montón de energía levantando demasiado las piernas, va de puntillas y además lo tienen que sujetar mientras aprende a equilibrarse.

Aún así, cuando aprende un poco el equilibrio, todavía va levantando demasiado las piernas y bajándolas demasiado bruscamente.

Las personas que sufren un ictus y tienen un lado paralizaddo, tienen que volver a reaprender todo este proceso y algunas veces no lo logran porque hay una parte mecánica que no responde y la tienen que compensar con el resto del cuerpo.

Resumen:
  • Andar, requiere levantar una pierna a una altura determinada, ni mucho ni poco, encogerla, mientras hacemos equilibrio con la otra, adelantarla y posarla suavemente. Gastando en este proceso el mínimo de energía posible.
¿Cómo se plantea esto desde el punto de vista mecánico?
  • Hay muchos elementos mecánicos de rodadura y piezas que permiten alargarse y encogerse (como hemos visto algunas veces en las puertas que se cierran solas) que permiten algo físico.
  • A la vez hay un algoritmo lógico que permite saber y medir la distancia y la fuerza que se tiene que emplear en este proceso.
¿Y las escaleras?
  • Ahí estamos ante otro par de problemas complejos, porque no es lo mismo subir que bajar. (si habeis llevado una escayola, sabéis a qué me refiero)
  • En ambos casos hay que detectar la altura del escalón para poder encoger la pierna (tanto en subida, como en bajada una se encoge y la otra se queda cuan larga es) , pero en subida tenemos que mantener la fuerza y el equilibrio suficiente para que nuestra máquina no se nos caiga hacia atrás. Mientras que en bajada, hay que compensar al contrario para que nuestro invento mecánico no se vaya hacia adelante demasiado y termine surfeando las escaleras con el chásis.

jueves, 26 de noviembre de 2009

robotica

La robótica es una disciplina fascinante.

Intentamos crear una máquina, un artilugio que se mueva como los animales/personas, que piense, que razone, que muestre emociones.

Hay tantos campos, tantas facetas dentro de esta disciplina que eso como si contuviera a todas las demás ramas del conociemto.

viernes, 20 de noviembre de 2009

"El que es misericordioso con los hombres crueles, acaba por ser cruel con los misericordiosos" --Talmud

jueves, 19 de noviembre de 2009

"Si te centras en las cosas malas de la vida te pierdes todas las buenas"
"Nuestros uniformes están embarrados de marchar bajo la lluvia. El tiempo nos ha desgastado hasta darnos sucio aspecto. Mas, pardiez, nuestros corazones resplandecen" (Enrique V. -W. Shakespeare-)

martes, 17 de noviembre de 2009

La cocina y yo

Parece que tienen razón los que me conocen y dicen que tendría que suprimir la cocina de mi casa y convertirla en otra habitación diferente ( ¿un gimnasio quizá? ) . El caso es que el otro dia quise emular a las dos Julias de la película y me planté delante de la nevera, abrí todas las puertas de los muebles y me puse manos a la obra. Descubrí que es entretenido, que me relaja y que me estimula, de hecho conseguí también limpiar los cristales, pintar los alfeizares de las ventanas, y el tendedero, arreglar algunas grietas, ... ¡vamos que he descubierto que soy toda una brico-cocinera!

lunes, 16 de noviembre de 2009

Bienvenido






Esta es mi primera experiencia como blogger. Espero ir anotando todas las cosas que considero importantes y que no quiero que se pierdan.