jueves, 15 de abril de 2010

cuento zen

Dos amigos se hallaban apoyados en la balaustrada de un puente.
- Mira – dijo uno -, la dicha de los peces en el río.
- ¿Cómo puedes comprender tú, que no eres pez, la dicha de los peces en el río? – preguntó el otro.
- Por mi dicha sobre el puente.

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